En Medellín, Colombia, muchas madres venden la virginidad de sus hijas para conseguir dinero unas veces por necesidad familiar y otras sólo como mercancía sexual, bajo control de las mafias. Un equipo de TVE se ha acercado a esta dura realidad.
Apenas son niñas
pero una vida dura ha truncado su inocencia
y hoy se exhiben, en muchos casos obligadas,
como mercancía sexual.
Forman parte de lo que se conoce, en Medellín,
como la feria de las vírgenes.
Niñas a las que venden por comida o dinero
-Mi madre me dijo yo te voy a llevar donde alguien
te voy a presentar a alguien que va a hacer algo contigo
Patricia que hoy oculta su autentico nombre y su rostro
por miedo, por vergüenza,
fue confiada de la mano de su madre a la cita.
Tardó poco en descubrir que su virginidad tenía precio.
-Sí, tenía 12 años cuando mi madre vendió mi virginidad
por situaciones económicas en nuestra casa.
Entonces eran muchas las necesidades, mucha pobreza.
Es algo muy desgarrante como ser humano.
Hay muchas niñas como yo
que están perdiendo la virginidad aquí.
A las mamás solamente les interesa recibir dinero
no les importa del vínculo que venga.
En Medellín la subasta de niñas vírgenes de entre 9 y 13 años
pueden llegar a cerrase en 1500 euros
muchas son vendidas a allegados a turistas extranjeros
o a los jefes de la bandas criminales
Son los dueños de las comunas.
Mantienen amenazadas de muerte a muchas madres.
-Quizá ellas mismas por temor a esas organizaciones delincuenciales
o por temor al escarnio público no han formulado denuncias.
En los últimos años,
mas de 10.000 personas han huido de las comunas
víctimas de forma directa o indirecta
de esta explotación sexual