La mutilación genital femenina (MGF) o ablación, comprende todos los procedimientos consistentes en alterar o dañar los órganos genitales femeninos por razones que nada tienen que ver con decisiones médicas, y es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas.
Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada y constituye una forma extrema de discriminación contra mujeres y niñas. Esta práctica viola sus derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte.
El 20 de diciembre de 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución
A/RES/67/146, en la que se pedía a los Estados y a la sociedad civil a observar
6 de febrero como el Día Internacional de la Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, con campañas de sensibilización y medidas concretas contra la mutilación genital femenina.
Datos destacables
· La mutilación genital femenina se practica en niñas en algún momento de sus
vidas entre la infancia y la adolescencia: Se
calcula que hay al menos 200 millones de niñas y mujeres mutiladas en todo el
mundo.
·
44 millones de niñas menores de 14 años han sufrido la ablación.
·
En la actualidad, según la OMS, cada año se mutilan los genitales a casi tres
millones de niñas.
· Esta práctica se concentra en 29 países de África y de Oriente Medio
principalmente en Mali (73%), Gambia (56%), Mauritania (54%) e Indonesia (49%).
La prevalencia más alta entre mujeres de 15 a 49 años está en Somalia (98%), Guinea (97%), Djibouti (93%) y
Egipto (87%).
· Pero también es común en algunos países asiáticos como la India, Indonesia,
Iraq y Paquistán, y entre algunas comunidades indígenas de Latinoamérica, como
la de Emberá en Colombia.
· La ablación es causa de hemorragias graves y otros problemas de salud tales
como quistes, infecciones e infertilidad, así como complicaciones en el parto,
y conlleva, además, un mayor riesgo de muerte de recién nacidos.
· Es un problema de índole mundial porque se sigue practicando en aquellos lugares donde se producen flujos
migratorios que arrastran tradiciones culturales, así persiste en las
poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, en Norte América,
Australia y Nueva Zelanda.
· El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5, Igualdad de género, incluye
entre sus metas "Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio
infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina" (meta 5.3).
· Varias organizaciones intergubernamentales —entre otras, la Unión Africana,
la Unión Europea y la Organización de Cooperación Islámica— y tres resoluciones
de la Asamblea General de la ONU han pedido la eliminación de la mutilación
genital femenina.
En julio de 2018, el actual Secretario
General de la ONU, Antonio Guterres,
presentó el informe "Intensificación de los esfuerzos mundiales para la eliminación de la mutilación
genital femenina", donde se revisan los logros conseguidos
y se específica que los esfuerzos para
acabar con esta práctica deben dirigirse a los grupos de mujeres y niñas que
corren mayor riesgo, en particular las que sufren formas múltiples de
discriminación, como las mujeres refugiadas y migrantes, las mujeres que viven
en comunidades rurales y remotas y las niñas pequeñas.
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