Desde hace 40 años, el 8 de marzo conmemoramos el Día internacional de la Mujer. Surgió para recordar las reivindicaciones y las luchas de muchas mujeres en todo el mundo por una vida en igualdad con los hombres.
Muchos logros se han ido consiguiendo y el 8M era el momento propicio para hacerlos visibles y celebrarlos. Siempre sin olvidar que al camino le quedaba por andar.
Sin embargo en los últimos años muchos de esos logros han sido menospreciados, no reconocidos, ocultados; en muchas partes del mundo las mujeres siguen siendo personas de segunda clase; el trabajo femenino, sostén de muchas pequeñas comunidades, no es valorado; y podríamos seguir con muchas otras situaciones que llevan a discriminación y a la desigualdad de las mujeres. Muchos hombres de toda procedencia, creencia, o condición social piensa que las mujeres deben estar a su servicio, que son inferiores y desgraciadamente así lo manifiestan en los foros públicos y exhortan a grandes grupos sociales a compartir tales ideas.
Vaya aquí una muestra de algunas de estas nefastas situaciones