Carta de los hombres por la igualdad y contra la violencia hacia las mujeres

Los hombres que firmamos esta Carta somos conscientes de que vivimos en una sociedad en la que existe una manifiesta desigualdad en las relaciones y en el reparto del poder entre mujeres y hombres y en la que lo femenino se subordina a lo masculino. Como consecuencia de ello, los hombres tenemos determinados privilegios: disfrutamos de más tiempo de ocio, ocupamos la mayor parte del espacio público y del poder político y económico y nos beneficiamos del trabajo doméstico y de cuidado realizado muy mayoritariamente por las mujeres. Sin embargo, esta forma de organización social también nos afecta negativamente y no nos satisface el modelo de hombre tradicional y machista que hemos tenido como referente social en la construcción de nuestra identidad y que condiciona el desarrollo integral de nuestra personalidad.

Consideramos que esta situación debe cambiar por justicia, porque es un derecho de las mujeres, y porque será beneficioso para el conjunto de nuestra sociedad, ya que con el cambio los hombres también ganamos.

Es por ello que, con el deseo de superar los daños que el sexismo ocasiona, asumimos el compromiso personal y colectivo de participar en la construcción de una sociedad igualitaria, en la que mujeres y hombres gocemos de los mismos derechos y oportunidades y en la que las aportaciones y necesidades de unas y otros sean valoradas por igual. Para ello,
nos comprometemos a:

- Compartir las justas reivindicaciones de las mujeres contra el sexismo y apoyar su lucha contra todo tipo de discriminación sexista y, en especial, manifestar nuestro frontal rechazo a la violencia machista, haciendo pública y activa denuncia de tales conductas discriminatorias y no consintiéndolas en nuestro entorno.

- Replantearnos desde nuestras diversas realidades, experiencias y actitudes los valores y comportamientos cotidianos que sostienen esta sociedad desigual y animar y acompañar a otros hombres en este camino de cambios personales y sociales.

- Valorar nuestro propio cuidado y el de las demás personas, en lugar de fomentar actitudes de riesgo que van en contra de la salud y de la seguridad personal.

- Asumir de forma igualitaria el trabajo doméstico y de cuidado de otras personas como parte no sólo de nuestra responsabilidad, sino de nuestro crecimiento como individuos y, en particular, a hacer uso de los permisos, excedencias y reducciones de jornada para el cuidado.

- Avanzar hacia una sexualidad diversa, sin mitos, sin comparaciones ni imposiciones, desde el disfrute y el placer compartido, y oponernos a toda conducta que atente contra el libre ejercicio de la sexualidad, incluida la libertad de opción y orientación sexual.

- Intentar construir nuestra identidad personal libremente, al margen de roles y estereotipos, así como desarrollar de forma plena nuestra vida emocional y afectiva.

- Desterrar el uso y la legitimación de la violencia como forma de solucionar los problemas y buscar formas pacíficas y dialogadas de abordar y resolver las situaciones conflictivas que nos encontremos.

Nuestro compromiso como hombres Es una firme apuesta por la igualdad. La queremos y necesitamos para construir una sociedad integrada por personas más libres, más autónomas, más justas y más felices.


ADHIERETE A TRAVES DE LA ENCUESTA (parte superior derecha)

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