17 de octubre. Día de las Escritoras 2022.

Un curso más, la BNE celebra el Día de las Escritoras. Nosotr@s queremos sumarnos a la iniciativa en esta 7ª edición realizando algunas actividades que culminarán con un pequeño homenaje a la flamante Premio Nobel de Literatura 2022 Annie Ernaux.

 


 1º. Proyección de un breve vídeo con recomendaciones de Autoras por Autoras. 

 

 

2º. Presentación de la escritora francesa Annie Ernaux por parte de alumnado del grupo Voluntari@s por la Igualdad de 4º ESO a alumnos/as de los grupos de 1º y 2º ESO.

https://media.newyorker.com/photos/634097656460886f83d96ef8/16:9/w_2444,h_1375,c_limit/Gopnik-Annie-Ernaux-Final.jpg

 Voluntari@s por la Igualdad de 4º ESO participantes en la actividad

 












 Fragmento de su obra "El acontecimiento":


"Al salir de la consulta me enojé conmigo misma por haber echado a perder mi última posibilidad. No había sabido jugar a fondo el juego que exigía el hecho de burlar la ley. Hubiera bastado con un suplemento de lágrimas y súplicas, con una mejor representación de la realidad de mi desasosiego, para que él accediera a mi deseo de abortar. (Al menos así lo creí durante mucho tiempo. Sin razón, quizá. Sólo él podría decirlo.) Por lo menos trató de evitar que yo muriera de una septicemia.

Ni él ni yo pronunciamos la palabra aborto ni una sola vez. Era algo que no tenía cabida dentro del lenguaje.
(Ayer por la noche soñé que me encontraba en la situación de 1963 y que buscaba una forma de abortar. Al despertarme, pensé que el sueño me había devuelto exactamente al momento de postración e impotencia en el que entonces me encontraba. El libro que estoy escribiendo me pareció de pronto un intento desesperado. De la misma manera que cuando alcanzamos el orgasmo tenemos, como en un flash, la impresión de que «todo está ahí», el recuerdo de mi sueño me persuadía de que había obtenido sin esfuerzo lo que de forma infructuosa intentaba encontrar con las palabras —lo cual hacía inútil mi escritura.
Pero en este momento, en el que ya ha desaparecido la sensación que he tenido al despertarme, la escritura vuelve a ser una necesidad. (Una necesidad todavía más fuerte al estar justificada por el sueño.)
Las dos chicas a las que consideraba mis amigas en la residencia se habían marchado. Una se encontraba en el sanatorio de los estudiantes de Saint-Hilairedu-Touvet, y la otra estaba preparando un diploma de psicología escolar en París.
Les había escrito diciéndoles que estaba embarazada y que quería abortar. No me juzgaban, pero parecían asustadas. No era precisamente el miedo de los demás lo que yo necesitaba, y, además, no podían hacer nada por mí.
Conocía a O. desde el primer año de facultad, su habitación estaba en el mismo piso que la mía, salíamos a menudo juntas, pero no la consideraba una amiga. En el cotilleo que caracteriza a menudo, sin afectarlas ni envenenarlas, las relaciones entre chicas, me unía a la opinión de quienes la juzgaban pesada y pegajosa. Sabía de su avidez por conocer secretos que le sirvieran como tesoros para ofrecer a las demás y que la convirtieran, durante una hora, en más interesante que pegajosa. En fin, siendo una burguesa católica que respetaba las enseñanzas del Papa sobre la contracepción, debería haber sido la última a quien yo me confiara. Sin embargo, fue mi confidente desde diciembre hasta el final.
Constato lo siguiente: el deseo que me empujaba a contar mi situación no tenía en cuenta las ideas ni los posibles juicios de aquellos a quienes me confiaba. En la impotencia en la que me encontraba, era un acto por medio del cual intentaba arrastrar al interlocutor a una visión alarmante de la realidad. "

 

Fragmento de "Pura pasión":

"En primavera, mi espera se volvió continua. Desde principios de mayo hacía un calor prematuro. Empezaban a verse vestidos de verano por las calles, las terrazas de los bares estaban llenas. Se oía sin tregua un baile exótico, la lambada, cantado por una mujer de voz susurrante. Todo significaba nuevas posibilidades de placer, y yo atribuía a A. el propósito de aprovecharlo sin contar conmigo. Su puesto, sus funciones en Francia me parecían muy relevantes, susceptibles de despertar la admiración de todas las mujeres; yo me infravaloraba en proporción inversa, al no encontrar en mí nada interesante capaz de retenerlo a mi lado. Cuando iba a París, a cualquier barrio, siempre esperaba verlo pasar en su coche con una mujer al lado. Yo caminaba muy envarada, en una actitud previa de orgullosa indiferencia ante este encuentro. Que este, por supuesto, jamás se produjera me decepcionaba aún más: yo andaba sudorosa de un lado a otro ante su mirada imaginaria por el Boulevard des Italiens, mientras estaba en cualquier otro lugar, inaccesible. La imagen de él circulando con las ventanillas del coche bajadas y el radiocasete a todo volumen, en dirección al parque de Sceaux o al bosque de Vincennes, me atormentaba.

Un día, en una revista semanal de programación televisiva, empecé a leer un reportaje sobre una compañía de baile procedente de Cuba, de gira por París. El autor hacía hincapié en la sensualidad y libertad de las cubanas. En una foto se veía a la bailarina entrevistada, alta, con el cabello muy negro y sus largas piernas desnudas. A medida que avanzaba en la lectura, un presentimiento crecía en mí. Al final, estaba segura de que A., que había estado en Cuba, había conocido a la bailarina de la fotografía. Le veía con ella en una habitación de hotel, y en ese momento nada me habría convencido de que esta escena era inverosímil. Al contrario, la hipótesis de que no hubiera existido me parecía estúpida e inimaginable.
Cuando él telefoneaba para que nos viéramos, su tan esperada llamada no cambiaba nada, yo seguía con la misma dolorosa tensión de antes. Me hallaba en un estado en el que ni siquiera la realidad de su voz conseguía hacerme feliz. Todo era una carencia sin fin, salvo el momento en que estábamos juntos haciendo amor. Y, aun así, me obsesionaba el momento que le seguiría, cuando se hubiera marchado. Vivía el placer como un dolor futuro. "


3º. En el hilo musical del centro, sonarán durante toda la mañana lectiva del 17 de octubre canciones escritas por cantautoras españolas en una actividad llamada "Escritoras de Canciones".
 
  
Rozalén. Girasoles.


 

Rigoberta Bandini. Canciones de amor a ti. 
 


Vanesa Martín. Un canto a la vida. 

 


    Christina Rosenvige. Tu por mi.

 


    

Merche. Vive el momento.

 

    Amaral. Nuestro tiempo.

 


    Rosana. Sin miedo. 

 


    Carmen Boza. La grieta.






 4º. Enlace a la BNE con recursos para conmemorar la VII Edición del Día de las Escritoras:

 Gráfica Día de las Escritoras

 

                                                  https://diadelasescritoras.bne.es/edicion-2022/

 

No normalizamos

Ante la acción de los estudiantes del Colegio Mayor Elías Ahuja de Madrid, y lo que consideramos también grave, la justificación y normalización que ante esto muestran algunas de sus compañeras y parte de la sociedad, mostramos nuestro más profundo rechazo. 




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